El Ministerio de Relaciones Exteriores comunicó la renuncia de Susana Herrera, embajadora en Reino Unido, tras revelarse un proyecto que presentó al Gobierno Regional del Bío Bío para levantar fondos. ¿El problema? La gestiones no siguieron los protocolos establecidos, por lo que Cancillería pidió detenerlas. Ahora, el cargo será ocupado temporalmente por el Encargado de Negocios.
Bueno, las mismas declaraciones de Cancillería dejaron en claro que el problema que tenían era que “no se siguieron los conductos regulares”. Y si se supone Cancillería es un servicio “altamente profesional” (El País) es raro que la embajadora haya hecho caso omiso a esa “tradición”, lo que me hace empezar a pensar que efectivamente había algo por detrás como para no meter a sus jefes, aprovechando el carente seguimiento a los gastos de los Gobiernos Regionales.