El Ministro tomó la decisión de no ir como invitado de honor e ir como invitado común por un tema monetario. Sale 8 millones de USD la gracia, plata que quiere destinar a crear una feria del libro internacional en Chile.
El Boris no tuvo idea de nada, así que pidió que se revirtiera la decisión, pero parece que ya fue.
Lo que me llama más la atención es la cita del final del ministro, donde explica que ni los países desarrollados aceptan todas esas invitaciones por lo caras que son. Me deja la impresión de que ser invitado de honor es como pagar el servicio premium de la feria y que en realidad no se traduce a un aumento obvio en ingresos para el país.
En todo caso, la posición popular ya se formó, hay que ir como invitado de honor porque cómo se te ocurre decir que no, y a partir de eso es posible que esto se vea como una metida de pata, particularmente por la falla de coordinación entre ministro y presi.
En fin.